-¿Me quieres decir donde coño vamos?
-Que no, ya lo verás cuando lleguemos.
Me cedió su casco de repuesto. Se le veía muy entusiasmada asique no tuve otro remedio que subirme a su moto y esperar a llegar a ese lugar tan “misterioso”. Recuerdo que giramos a la derecha, luego a la izquierda, atravesamos 2 rotondas y finalmente llegamos allí: El centro comercial. ¿Como no lo habría imaginado?
-¿Qué cojones hacemos aquí, Nicole?
-Pues que vamos a comprar.
Fingí reirme.
-Soy pobre. No tengo pasta. Así que comprarás tu porque...
-Lo sé. Pero, ¿quién ha dicho que vallas a pagar tu? Es mi regalo de despedida.
Volvi a fingir que me reía.
- ¿Regalo de despedida? Tu tampoco tienes pasta para eso.
- Me parece bien, pero te lo voy a regalar. No lo desperdicies ahora que estoy generosa.
- No quiero nada, gracias. Además no tienes pasta.
- Si quieres. Y pedí un adelanto en el pub en el que trabajo, asique tengo para esto.
-¿Has pedido un adelanto por mi?
-Sí.
-Bien, pues ya puedes comprarte el portátil que tanto querías. No quiero nada.
-Bueno... cambio de planes. Ya me lo compraré luego, de momento puedo apañarme con mi viejo y “querido” ordenador- dijo señalando las comillas con los dedos.
Joder y tan viejo. Llevaba meses queriéndose comprar ese portátil, no podía quitarle la oportunidad de tenerlo.
-No.
-¿Cómo que no?
-Que no me vas a comprar nada. Yo si quieres te acompaño a que te compres TU portátil, pero nada de comprar cosas para mi.
-Pero...
-Pero nada. Vamos a comprar tu portátil anda-dije sonriéndole. Ella se quedó callada y pensativa unos segundos. Luego me dijo:
-Vale. ¿Qué remedio?
Entramos en el centro sin ganas algunas. Nos dirigimos a la sección de ordenadores después de que Nicole nos entretuviera en algunas tiendas con la intención de que me enamorara de alguna que otra cosa y no pudiera decir que no a acceder a comprármela. Cuando una cosa se me metía en la cabeza no paraba hasta conseguirla. Al final se había cansado de insistir. Miramos unos cuantos portátiles, pero ella seguía esperando a que yo cambiaría de idea.
-Deja que te compre algo.
-No.
Ella suspiró.
Al final encontramos un portátil que estaba muy bien. Tenia la tapa negra con una calavera muy guapa en el centro, un acabado brillante alucinante, una pantalla bastante grande; una memoria RAM bastante grande, Web cam, un teclado muy cómodo... TODO, lo tenia absolutamente todo.
-Si no fuera porque te lo vas a comprar tu, ahorraba y me lo compraba yo- le dije riendo.
Ella se rió.
-Me encanta.
Además estaba tirado de precio.
-No te lo pienses , porque está genial.
-Y que lo digas, no puedo dejarlo pasar así como así....
Solo costaba 695€, estaba tirado, y venía con la funda para llevarlo. Además a Nicole le sobraría para comprarse algún que otro CD nuevo. Total que al final saldría ganando ella, pero bueno. En fin... nos dirigimos al mostrador y compramos el portátil. Luego nos pasamos por la sección de los CD’s, las Película, los videojuegos...Miramos los CD’s, pero no nos gusto mucho ninguno.
-Tia, mira. Un negro que se llama Bruno.- Nicole se rió de su propio comentario.
-Haber..-cogí el CD que ella tenia en las manos- Es Bruno Mars, canta muy bien.
-¿Bruno Mars?
-Si, de todos modos a ti no te gusta este tipo de música.
-No lo se, quizá alguna canción.
Puse cara de decepción.
-Lo dudo. Pero canta muy bien.
-Pues te lo compro.
-Nah, dejalo.
-Que si, aprovecha que estoy generosa.
-Que no tia.
-Que sí, y así lo escuchas conmigo, y si me gusta alguna canción pues eso .
Suspiré.
-¿ Y dónde quieres que lo escuche en EEUU?
-Pues en tu Walman.
Me quedé callada.
-Pues me lo compro yo, y como no me gustará te lo regalo.
No puede evitar reírme. Esta Nicole. La iba a echar tanto de menos...
Cogió el CD, una película que no se como se llamaba y nos dirigimos a la sección de los libros.
-No puede ser..
-¿Qué pasa?
Me apresuré a una estantería. La tercera parte de la saga “Cazadores de Sombras” estaba allí. Llevaba meses intentando ahorrar, pero con los cursos y matrículas que me tocaba pagar, mi paga semanal no daba para ahorrar.
-Me he enamorado.
Ella se rió.
-Pues valla, solo es un libro.
-Ojala pudiera comprarlo...
Miro las cuentas.
- Cógelo, te lo compro.
-No, da igual. Ya me lo comprare cuando vuelva de Estados Unidos.
-Pero....
-Nada de peros! NO insistas-dije interrumpiéndole-no quiero que gastes tu dinero en mi...
-Mira que eres pesá. Vale, ya está, tira anda, tira-dijo Nicole empujándome a la caja.
Pagamos todas las cosas y salimos fuera. Al llegar a la moto me dijo:
-¡Mierda! Espera que voy a mirar el precio de una cosa, que mi madre me lo pidió, y se me ha olvidado. No tardo.
Se fue corriendo.
Que raro. Me senté en la moto y esperé a que ella volviese.
-¿A dónde coño has ido?
-Ya te lo he dicho, a preguntar una cosa que me pidió mi madre.
-Umm, ok.
Me sonrió y me dio el casco de la moto. Nos lo pusimos y subimos a su moto granate.
Nicole me llevó a casa.
-Espera, quiero darte algo-me dijo antes de despedirse.- Toma anda- sacó el libro de su bolso.
Mi cara se iluminó. No pude evitar cogerlo y abrazarlo. La tercera parte de la saga que tanto deseaba leer era miá. Suspiré y le devolví el libro.
-Toma, te dije que no lo compraras, aun tendrás el ticket, devuélvelo.
-¿Qué?- entonces sacó el ticket y lo rompió delante de mis narices.-Ya no se puede devolver, o lo tomas o a la basura va. Y no querrás que mi regalo acabe en la basura ¿no?
-Pero...
-¿Vas a desprecias mi regalo?
Cogí el libro. Siempre consigue lo que quiere. Se le da genial hacerse la victima.
Le di dos besos y entré en casa. Mamá estaba sentada en la silla del recibidor.
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