-No, no ese tipo de querer Elith.Me puse nerviosa. Me miraba callado y yo me mordía el labio sin entender nada.
-Quieres decirme que...
-Verás... Todos te vamos a echar mucho de menos, pero es que... puff...
Lo miré esperando que continuara.
-Me jode mucho que te vallas. Haber, no es que no me alegre de que vallas a cumplir tu sueño. Me alegro por ello y estoy muy feliz de que te marches... pero... no tan pronto. Me ha faltado tiempo para...-se quedó callado.
-¿Tiempo? ¿tiempo para qué?
-Tiempo para..
Arqueé las cejas algo confusa, sin dejar de mirarlo. Tanto misterio me ponía aun mas nerviosa.
-Suéltalo ya.
Me miró y suspiró. Seguía sin entender nada de lo que estaba pasando por su cabeza. Quizá me hubiera venido bien aprender a leer los pensamientos en momentos como estos... Mike cerró los ojos con fuerza, y yo desvié la mirada al suelo. Entonces volvió a mirarme y puso las manos a ambos lados de mi cara. Se acercó tan rápidamente que apenas pude reaccionar, y ocurrió: me besó, pero pronto se apartó. Lo miré confundida.
-¿Y esto que quiere decir, Mike?
Él suspiró.
-Te quiero.
-Claro que me quieres, soy tu mejor amiga.
Suspiró nuevamente y negó.
Me quedé callada, no sabía que decir.
-Bueno... ¿no dices nada?
-Yo...
Me miraba en silencio, arrepintiéndose de lo que acababa de hacer.
-Lo siento, no tendría que haberte dicho nada...
-Sí. Si tendrías porque...
Me miró enarcando una ceja confusa.
-Yo también te quiero.
Sonrió callado y miró a otro lado. Pude notar que se sonrojaba. Lo miré apretando la mandíbula.
-Serás estúpida.
-¿Perdón? ¿Y eso por qué?
-¿Por qué no me lo habías dicho antes?
-¿Y tú?
-Soy tu mejor amigo.
-¿Y? Yo tu mejor amiga.
-Sí, pero no mostrabas ningún tipo de interés en mi.
-¿Tendía que mostrarlo?
-Sí. Todas las chicas muestran un serio interés por mi, menos tú.
-No perdón. Todas las zorras de turno muestran un “serio” interés por ti, o las desesperadas, o las de “ay yo lo quiero todo y ese chico va a ser mio”, las superficiales, a las que no le importa nada más que el aspecto físico, no el corazón de un tio. Y yo no soy como esas payasas que no piensan en otra cosa que en llevar zapatos a juego o camisas que llamen la atención, maquillarse para estar “guapas” y en llamar la atención de todos los tíos buenos que vean.
-No te he comparado con ellas, se que tu no eres así. Pero tu sabes cada rollo que he tenido, y parecía no importarte, incluso me das consejos para ligarme a algunas o cuidarme de otras.
-Soy tu mejor amiga, es lo normal.
-Pero te mostrabas indiferente.
-Soy indiferente a tus rollos de los fines de semana Mike. No me tendría que importar, al fin y al cabo tu y yo solo somos amigos, ¿no?
Miró a un lado, no creo que mis palabras le hicieran mucha gracia.
-¿Sabes? Me gustas desde que empecé a descubrir ese tipo de sentimientos, pero nunca quise admitirlo.
-¿Admitirlo?
Me miró.
-No, no podía. A veces eres tan borde conmigo...
-No soy borde, soy realista Mike. Y tu últimamente te pasas el día hablando de ese tipo de estúpidas que no soporto. Entiendo que sea el prototipo que os mola a los tios, pero yo no lo veo así. No me gustan esas chicas, y tampoco me gusta que les des juego. Me jode ¿vale? Porque te quiero, porque lo que siento por ti no es solo amistad. Pero eres mi mejor amigo desde siempre, y la amistad es mas importante que todo lo que pudiese sentir. Además, sabes como soy, me..
Me calló con otro beso, esta vez más lento, más largo. Esta vez se lo seguí, me dejé llevar por él. Me encantaban cuando me callaban de esa forma. Después me sonrió.
-Te quiero.
Le sonreí.
-Y yo.
Sonrió nuevamente y se fue acercando a mi poco a poco hasta que sus labios se encontraron con los míos una vez más. Los dos nos fundimos en otro beso. Sentía como si... como si los dos solo fuéramos una sola persona, como si su lengua y la mía se compenetraran y se unieran en un ligero movimiento, como si solo latiera un corazón. Sentí como las mariposas de mi estómago se liberaban, a pesar de todo lo que me había costado dejarlas encerradas; como si un fuego quemara cada una de las partes de mi cuerpo desde mi boca hasta el corazón. Solo se oían las hojas de los árboles moviéndose con la leve brisa de aire, algún que otro pájaro cantando y revoloteando, y el sonido de nuestro labios: tan pegajoso, tan húmedo, tan nuestro.
-Hola- intervino una voz que a ambos nos resultaba familiar.
Dejamos de besarnos del susto y miramos al lugar del que provenía la voz: de encima de nuestras cabezas.
-¿Qué tal? Que pregunta, estáis muy bien los dos, ¿eeeh?-dijo Jeremy en un intento de hacerse el bromista.
Me sonrojé y desvié la mirada para que no pudieran verme.
-¿Pero qué...? ¿Qué cojones haces aquí Jeremy?
-Verás Mike, he ido a buscarte a tu casa, y como no estabas allí, supuse que estarías aquí. Lo que no pensaba es que estarías tan entretenido.
He de reconocer que me jodió que su escondite secreto no fuera secreto para Jeremy.
-Bueno, voy al grano. ¿Te vienes con las buenorras del otro día?
-¿Con quién?
-Las del sábado pasado, esas de la playa. También vendrá esa a la que le comiste las tetas. ¿Te acuerdas?
Enarqué las cejas y lo miré furiosa.
-Eso, ¿no te vas? Parece que te vas a divertir bastante Mike.
Mike suspiró y Jeremy... Jeremy simplemente parecía no entender nada.
-Me piro para que puedas irte con Jeremy a comerle las tetas a quien te salga de las pelotas- salí corriendo de allí.
No podía creerlo. Empezamos por que me muestra su “escondite secreto” , pero que claro, Jeremy lo conoce, y al saber cuantas zorras lo conocerían. A saber a cuantas putas se ha follado allí. Y luego seguimos con que me dice que me quiere, pero hace cosa de cuatro días estaba comiéndole las tetas a una puta en la playa.
-No, mierda. Elith espera.
Mike me siguió y me cogió de la muñeca.
-Suéltame.
-No, escuchame.
Me giré y le solté un guantazo. Inmediatamente me soltó y yo caminé a casa. Posiblemente Nikki estaba a punto de llegar.
-----------------------------(narrado por Mike)----------------------------------------------------
Miré como Elith se alejaba deprisa. La mejilla me escocía, sin duda esa era la bofetada que más me había dolido, literal y metafóricamente hablando.
-Waaoooh, menuda ostia te ha dado-comentó Jeremy riéndose.
La verdad es que Elith pegaba muy fuerte.
-¿Eres idiota?
-¿Cómo?- protestó Jeremy.
-Jota tio, acababa de decirle que me mola. Sabes lo mucho que me mola Elith joder..
-Jo, lo siento.
-¿Que lo sientes? Eres un puto cabrón. ¿Qué pasa si no vuelvo a hablar con ella? ¡Mañana se va a Estados Unidos, joder!
-¿Cómo que se va a Estados Unidos?y se tiene que ir allí. Y no volverá hasta el verano...
-Joder.. Lo siento tio, no pensaba que le hubieras dicho nada. Dijiste que no se lo dirías.
-Tio, nos estábamos besando. Era obvio que se lo había dicho.
-Podrías haberla seducido, como haces como todas las tias.
-Ella no se deja seducir.
-Es una tia, a todas les pone lo mismo.
-No compares a Elith con el resto.
Él rodó los ojos.
-¿Vienes o no?
-No se tio.
-Venga vente, que la morena nos invitará a mojitos gratis.
Negué un momento, pero total, Elith se había ido.
-Va, pero luego tienes que ayudarme con Elith.
Jeremy asintió y salimos de allí.
Cuando llegamos dónde Jota(apodo de Jeremy) había quedado con las chicas del otro día, apenas pude saludar cuando Laila se me tiró a los brazos.
-¡Mike! ¿Dónde te metiste el sábado? Desapareciste.
-Ya bueno, Laila verás, me fui a casa, estaba cansado- mentí.
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